A los padres les asusta siempre cuando la temperatura de sus hijos, aumenta. Y es buena la alerta. De eso se trata. La fiebre es la respuesta del cuerpo a una posible infección (entran en nuestro cuerpo pequeño virus y el cuerpo para hacerles frente sube la temperatura, o incluso a la reacción de una vacuna) La fiebre no es una enfermedad en sí, sino que es un síntoma y señal de la lucha frontal del organismo para defenderse de alguna enfermedad.
Los padres, especialmente los primerizos, tienden a asustarse mucho cuando miran el termómetro y este pasa de 38 grados. Pero ante todo conviene no perder la calma, saber qué hacer y no acudir a urgencias a la primera de cambio ya que, además del colapso por algo no urgente, conviven virus y bacterias y no es el lugar más adecuado para un niño.
Síntomas de alarma ante un episodio de fiebre
1.- Se producen manchitas de color oscuro, rojo o morado que no desaparecen al estirar la piel de alrededor.
2.-Decaimiento, irritabilidad o llanto excesivo difícil de calmar.
3.- Rigidez en el cuello.
4.- Convulsión o pérdida de conocimiento
5.- Dificultad para respirar (respiración muy rápida y agitada, se oyen silbidos cuando respira, marca las costillas y hunde el esternón).
6.- Vómitos o diarrea persistentes o muy abundantes que causan deshidratación (ojos hundidos, lengua seca, ausencia de saliva).
7.- Si no orina o esta es escasa.
8.- En menores de 3 meses, hay que ir al pediatra sí o sí porque son todavía demasiado pequeños, su sistema inmune está muy poco maduro y pueden correr el riesgo de que la infección se propague rápidamente.
9.- Cuando la fiebre dura más de dos días, la opinión única válida es la del pediatra. Y sigue las indicaciones profesionales.
Normas curativas frente a la fiebre de tu hijo
1- Quitar la ropa del niño para evitar que la temperatura de su cuerpo suba aún más. Vístele con algo ligero. Si es un bebé, el pañal ya será suficiente.
2- Mantener al pequeño en una habitación bien ventilada pero que no ofrezca corriente de aire, unos 21 grados aproximadamente.
3- Se desaconseja el uso de paños húmedos, friegas de alcohol, duchas o baños para bajar la fiebre porque le puede bajar la temperatura bruscamente y eso puede ser peligroso y crear efecto rebote. La fiebre se puede controlar aplicando gasas impregnadas de vinagre en las pantorrillas. La eficacia del remedio se debe a que el vinagre actúa en la piel dilatando los vasos sanguíneos de otra zona del cuerpo y la baja se da de manera natural.
4- Ofrecer una dieta líquida para compensar las pérdidas generadas por el sudor y evitar la deshidratación. Es aconsejable que el niño tome agua mineral, zumos de fruta y caldos ligeros. Una infusión de pasas o bien de ajo, que la beba tibia.
5- Solo hay que usar medicamentos para la fiebre si hay dolor o malestar. Mientras colocar en la planta de los piececitos, una frotación de aloe vera y eucalipto o jengibre pulverizado en aceite.
Paz y bien, con conciencia de vida.
Yerbero.hn