yerbero

No se trata de hacer un listado de alimentos. Se trata de investigar y si es posible cultivar o producir algunos de nuestros alimentos, o de cerciorarnos de que estos alimentos son sanos y ricos en calorías, vitaminas, minerales, proteínas, vitaminas y aceites esenciales. Que no nos van a intoxicar ya sea por su origen, la manera en que han sido preparados y los excesos por falta de conciencia al consumirlos.

Una alimentación equilibrada, debe de contener todos los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente y nos ayude a prevenir cierto tipo de enfermedades. Rica en hidratos de carbono, las grasas y las proteínas son la base de una dieta sana y equilibrada. Evitar la gran cantidad de grasas saturadas que se encuentran en la proteína animal, podemos consumir proteínas de origen vegetal, como frutos secos y legumbres.

Una medida porcentual de nuestra alimentación, podemos proyectarla, así:

-50 % de hidratos de carbono

-30 de lípidos o grasas

-15% de proteínas

-5% de infusiones o refrescos naturales.

Por supuesto, sin abusar en las cantidades que se come.

Las frutas y verduras proporcionan al cuerpo minerales, vitaminas y fibra para el buen funcionamiento de cada órgano; consumir diariamente cinco raciones de estos alimentos facilita el proceso digestivo, da mayor elasticidad a la piel y refuerza el sistema inmunológico.

Una alimentación variada, balanceada ya es saludable. Tu cuerpo estará sano, con energías. Y en el tiempo, te ayudará a: controlar la presión arterial, reducir niveles elevados de colesterol, atrasar el deterioro cognitivo y junto con la práctica de actividad física, ayuda también a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes al tiempo que mejora la calidad de vida en general.

Las cantidades, son fundamentales en el equilibrio: Utiliza platos más pequeños y vasos más grandes. Divide tu día en 5 comidas diarias. No te lo prohíbas, pero reduce la porción (y compensa con más ejercicio). Pon alimentos saludables y atractivos a tu alcance. Come sin culpas.

los nutrientes deben estar repartidos guardando una proporción entre sí: hidratos de carbono, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua.

Incorpora infusiones a tu dieta alimenticia. El uso de infusiones se extiende a una tradición milenaria que forma parte de la medicina tradicional y que se usa para ayudar a mitigar algunos malestares de forma natural. Los tés actúan como antioxidantes y antiinflamatorios según la hoja, raíz, cáscara o fruta que utilices. Ayudan al sistema digestivo, estimulan la actividad cerebral, contribuye a tener una piel más saludable, mejoran el sentido es exquisitez y paladar, contrarrestan los efectos de la sed de una forma saludable.

Comer bien, vivir mejor. Una buena alimentación para mantener un buen estado de forma física, redundará en un mejor estado mental y emocional. Comer bien es vivir mejor. Que no faltes en tu dieta, el Yogur, las verduras frescas, yerbas aromáticas, las frutas, los frutos secos,

el ajo, la cebolla, la miel, el pescado y los tubérculos ricos en almidón y fibras, minerales y antioxidantes. Disminuye las cantidades de grasas y evita en todo lo posible las carnes rojas.

Todo ello, con un régimen de ejercicio y actividad social que nos permitan tomar una buena distancia de una vida sedentaria o tóxica.

Y cuando vayas a control con el médico, será él, quien te pida a ti la receta.

Paz y bien con conciencia de vida.

Yerbero.hn

 

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